Este fin de semana se fueron las abuelas. Llegó el hueco después de la mudanza. Debo aceptar que una parte de mi quedó tranquila porque ya cada quien esta en su casa y nosotros por fin podremos comenzar nuestra vida aquí. Una rutina. Desde que llegamos realmente no tenemos una y este principio se ha sentido mas como vacación por momentos que nuestra vida realmente. Estamos comenzando de nuevo.

Aún se siente ajeno, como si en cualquier momento regresaremos a Puebla y la casa estará como si nada y nosotros seguiremos en esa rutina que ya es conocida. Pero no, la vida no es así y nuestro presente es Monterrey. Como les conté en ¿Quién es Un Kato? y si han visto mis stories en Instagram recientemente nos mudamos de ciudad. Pronto les tendré una entrada de las cosas que aprendí en los primeros días después de mudarnos. De pronto nos quedamos solos otra vez, comenzando de nuevo.

Desde que llegamos las primeras dos semanas no tuvimos muebles y estuvimos viviendo como en una vacación repentina. Pedíamos comida a domicilio por no tener refri (por lo cual ya nos cansamos de la comida de aquí), dormíamos en un colchón inflable (era divertido hasta que mi espalda ya pedía a gritos mi cama), había muchísimo eco en la casa (por no tener muebles), etc. Fue una aventura interesante la verdad, aunque si eran necesarios el resto de los muebles definitivamente para estar mas cómodos.

El sábado ya para empezar la tercera semana tuve video llamada con mis papás para coordinar la mudanza desde puebla y para el domingo antes de las 8 am nuestras cosas ya estaban aquí. A las 9 am los muebles ya estaban en su lugar y había cajas en cada habitación listas para ser desempacadas.

Vivimos en comodidad de nuestros nuevos muebles (aunque aun no le agarrábamos la onda al aire acondicionado y al calor, creo que aun no lo hacemos) por tres días empezando con nuestra rutina y todo era diferente si, pero ahí íbamos con todas las ganas. Al final en esta nueva aventura solo estábamos nosotros tres.

Una nueva rutina temporal

El jueves de esa tercera semana llegó mi mamá y Leo y yo estábamos muy contentos porque obvio extrañábamos a la abuela y Leo estaba maravillado de verla otra vez. Nos ayudó a poner la casa habitable, sacamos cajas, acomodamos trastes, lavamos ropa etc. Pasó el fin de semana y salimos a pasear ya con papá y la pasamos lindo. Pasó la semana y comenzamos a tener una rutina con mamá (abuela) en casa.

El viernes de esa nueva semana llegó mi suegra. El fin de semana nuevamente estuvimos paseando con papá y sufriendo de calor porque ha sido el momento mas caluroso hasta ahorita por estas tierras y sí estuvo muy cañón. Toda esa semana que siguió nos la vivimos saliendo a plazas y a conocer una que otra cosa por aquí Leo, las abuelas y yo. Continuamos un poco la rutina de la primera semana con la abuela y añadimos una persona más a la casa.

El llevar a papá al trabajo, desayuno, hora del baño, juegos con Leo, pasear por la tarde e ir por papá se hizo rutina y algo familiar y cómodo para Leo y para mi.

Era algo familiar y cómodo para Leo y para mi. Al final creo que no fue lo mejor para nosotros en esta nueva etapa. Sin embargo fue bueno y de todo trato de aprender

La hora de la verdad

El sábado pasado nos despertamos temprano y salimos a desayunar con las abuelas a un lugar ya favorito, a medio día las dejamos en el aeropuerto y tratamos de estar lo mas posible con ellas para extender el tiempo de apapachos.

apapacho de abuela
Estirando los apapachos hasta el último momento

De pronto llegó la hora de la despedida, la hora de la verdad, de dejarlas en la puerta para que se fueran a la sala de espera. Incluso ahora que lo escribo se me escurren las lágrimas. Nunca pensé que me fuera a pegar tanto que se fueran, sobre todo mi mamá.

Una hija independiente

Siempre he sido una hija independiente. Trabajo desde los 17, me perdí muchos viajes en familia por estar trabajando, varias reuniones familiares en fin de semana por trabajar y la verdad no me era tan difícil en esa época. Cuando no trabajaba los fines de semana ensayaba mis obras de teatro. En alguna época incluso los domingos, entonces estaba fuera cuando mis papás y hermanos convivían.

La última semana que estuvimos en Puebla Leo y yo si me descubrí derramando lágrimas de que ya era lo último con mis papás. Sobre todo porque había nacido una rutina y una convivencia super linda entre ellos y Leo. Eso era lo que mas me pesaba, que ya no convivirían tanto con bebé. Y el amor que sentían entre ellos era hermoso de ver.

Cuando el 9 de mayo nos venimos Leo y yo para Monterrey también se me salieron las lágrimas a la hora de despedirnos antes de entrar a la sala de espera y seguí llorando un poco ya esperando a abordar. Al final comenzaría algo nuevo, desconocido y lejos del apoyo familiar. Sin embargo estaba lista para comenzar esa nueva etapa y por fin estar de nuevo en familia con papá ya que él ya llevaba mas de un mes fuera de casa viviendo en la nueva ciudad.

Solos otra vez. Comenzando de nuevo

Nunca pensé que el que mi mamá se regresara a Puebla me pegaría tanto. Tal vez se incrementó por las hormonas que rondan mi cuerpo pero es increíble para mi lo mucho que me ha costado este fin de semana. Sábado y domingo fueron complicados. Me descubrí llorando por cualquier cosita. El no ver las cosas de mi mamá en la recámara donde estaba o encontrarla sentadita en el sillón cama me apachurran el corazón. El no escuchar que se despertara temprano o que le cantara a Leo es algo que me puede. Afortunadamente mi marido estaba a mi lado para al menos darme un abrazo e inflar mi corazón apachurrado.

Hoy es lunes 8:20 am y la rutina que ya habíamos creado se rompió de un día para otro. Estoy luchando contra las lágrimas y la sensación de ansiedad de comenzar nuevamente sola. No solo vinieron a ver a su nieto y apapacharlo. Estuvieron sin saberlo dándome ánimos y tiempo para mi. Me devolvieron a Puebla sin viajar con solo el sentirme cobijada por familia.

Quedarme en la recámara mientras Leo duerme hace que me sienta un poco mas segura pues es como si afuera siguiera mi mamá haciendo sus cosas y en cuanto Leo despierte la fuera a ver nuevamente

A Leo le está costando trabajo también pues lo noto mas inquieto y un poco mas de malas. De pronto se volvió un niño berrinchudo porque ya no hay mas brazos que lo carguen y apapachen. Me duele que no entienda que pasó. Y siento horrible de sentirme abrumada por tantos sentimientos míos y de él.

Tal vez el que vinieran a visitar tan pronto no fue tan buena idea, sin embargo sacaré lo mejor de todo esto. Tal vez hubiera sido mejor esperar un poco más pero pues estamos aprendiendo. No me quejaré del tiempo que tuvimos si no atesoraré que pudimos tenerlo.

Leo y yo ya llevamos más de un mes aquí, sin embargo pareciera como si el reloj se reseteara y estuviéramos comenzando de nuevo. Con angustia, con ansiedad, con tristeza, enfrentándonos a algo nuevo solos.

Hoy traté de tener la misma rutina de desayuno, juego, baño y siesta para Leo sin embargo algo le faltó y le costó trabajo quedarse dormido. A mi también me faltó algo, pero tengo que ser fuerte y aprender

Es nuestra primera experiencia de mudanza y no solo fue cambiarse de casa. Se que no fue tan radical porque seguimos en el mismo país. Se que hay mucho que aprender aún y muchos sentimientos que sortear sin embargo se que también es el comienzo de nuevas aventuras, crecimiento y muchas alegrías.

Mudarse no es fácil pero puede hacerse sencillo. Pronto llegará una nueva entrada para darles tips y trucos acerca de los diferentes aspectos de las mudanzas y los cambios.

Como siempre muchas gracias por leer a esta mamá primeriza, sentimental y medio loca. ¿A ustedes les ha pasado algo así?¿Han tenido que dejar su zona de confort súbitamente? ¿Su vida anterior? Cuéntenme que han hecho para sentirse mejor y como lo han manejado para ustedes y su bebé. Me dará mucho gusto leerlos y recibir tips. Hasta la próxima

Update Mayo 2020: Cuánto se puede sentir en poco tiempo y cuántas cosas pueden cambiar en un dos por tres. Todo esto lo escribí hace un año sin saber que tres meses después estaríamos de regreso donde comenzamos. Esta vez no solos pero si comenzando de nuevo


Un Kato

¡Hola! Soy Un Kato Actriz | Bloggera | Mamá Soy una mujer ocurrente que está dejando atrás su miedo al que dirán. Trato de vivir de acuerdo a la filosofía "No hay mas que hoy". Apasionada del teatro musical y la actuación. Obsesionada con la creatividad en el trabajo. Busco ser la mejor versión de mi para mi y mi familia. ¡Bienvenidos!

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